
Es compañía en una calle desconocida
Es un farol que se apaga cómplice cerca de la media noche
Es tu dulce aliento y mi voz que susurra suaves besos a tu oído
Es tu mano que acaricia febrilmente mi pecho, mientras tus ojos permanecen cerrados.
Es sudor del alma, y fiebre del cuerpo
Son mis dedos en tus labios
y un beso colgado en la punta de ellos…
César Tovar.
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